Para ello se hizo un primer levantamiento con un receptor GPS en RTK de lo que el propietario nos indicó que era su parcela. Posteriormente con estos datos y la información buscada en el catastro y el registro de la propiedad, se pudo encajar la finca dentro de sus límites gracias a que la superficie nos concordaba y que tres de los cuatro lindares eran bastante claros desde un principio.
Por último se hizo el informe con todos los datos obtenidos y los resultados y se visó en el Colegio de Topógrafos para que sea un documento totalmente oficial ante cualquier persona o entidad. Con éste aprobado se acabó el trabajo replantando los lindes donde podía haber confusión y quedando materializados con estacas.